martes, 23 de noviembre de 2010

Carta al planeta


Por Laura

El cambio climático global es un hecho probado, debido a la acelerada concentración de los llamados gases de efecto invernadero (principalmente el dióxido de carbono, el metano, el óxido nitroso y los clorofluocarbonos), la atmósfera atrapa una mayor cantidad de radiación solar reflejada desde la Tierra y esto provoca un aumento de las temperaturas promedio de los océanos y de la superficie terrestre del planeta.
Las consecuencias de la perturbación climática son claramente visibles: olas de calor, inundaciones, sequías, tormentas y huracanes causan muertes y grandes daños materiales en las zonas más expuestas y vulnerables, de hecho, en algunos casos, provocan la migración forzada.
Otras causas muy preocupantes, son el descongelamiento de los glaciares, las capas polares, el aumento del nivel del mar, los episodios de blanqueo de los bancos de corales, la creciente escasez de agua y la incesante presión sobre los ecosistemas, muchos de los cuales se derrumbaran más pronto de lo que creamos.
Es cierto que los gases de efecto invernadero, son de origen natural y han estado presentes en la atmósfera en distintas cantidades desde hace mucho tiempo; sin embargo, su creciente acumulación es indudablemente responsabilidad de nosotros los humanos. Por ejemplo, el hecho de que la concentración de dióxido de carbono esté treinta por ciento por encima del máximo histórico. 
Los seres humanos hemos adquirido tal grado de poder sobre nuestro entorno físico que nosotros mismos nos hemos convertido en una fuerza geológica y climatológica, al transformar entre treinta y cincuenta por ciento de la superficie de la Tierra y consumir ciertas reservas creadas durante cientos de millones de años en sólo un par de siglos. Estas actividades junto con el cambio de uso de los suelos son precisamente las causas principales de que aumenten las temperaturas atmosféricas y, por ende, del cambio climático que estamos viviendo.
La emisión de gases  está ligada a la base del desarrollo industrial y el crecimiento económico de los últimos doscientos años. Nos hemos acostumbrado a la conveniencia y comodidad del automóvil particular, los viajes cortos en avión y el flujo constante de productos desechables, así como a las flores frescas y los alimentos perecederos traídos de otras partes del mundo. 
Con frecuencia definimos nuestro grado de bienestar de acuerdo con nuestra capacidad para disponer de bienes y servicios que, en la mayoría de los casos, son resultado del uso sumamente ineficiente, por no decir por el despilfarro, de materiales y energía.
Aun existen los suficientes recursos energéticos, particularmente el carbón, para seguir destruyendo la atmósfera hasta que el cambio climático sea finalmente irreversible y se haga imposible la vida como ahora la conocemos.
Creo que es momento de que todos los seres humanos tomemos conciencia y dejemos por un momento de afectar a nuestro planeta, este lugar en el que vivimos, que tantas cosas bellas nos ofrece y estas dos pequeñas frases considero que nos hacen reflexionar sobre todo aquello que hacemos y de llevar a la practica cada una de nuestras ideas para ayudar al planeta Tierra.:

1 comentario: